La ley de Presupuesto Nacional de 2015, aprobada solamente por el
oficialismo, autoriza al gobierno a endeudarse en US$ 50.300 millones, de los cuales US$ 32.420 millones corresponden a
inversiones energéticas y dentro de
ellas US$ 11.000 millones son para la construcción de centrales nucleares.
El convenio con China firmado en 2014, con media sanción en el Congreso y que está siendo
implementado por la Presidente mediante firma de convenios específicos en Pekín,
permite que todas las inversiones que
surjan del mismo se hagan sin licitación pública, es decir con contrataciones
directas, lo que constituye una peligrosa anomalía.
La experiencia internacional indica que las adjudicaciones directas de
grandes obras públicas al limitar la apertura y convocatoria a oferentes en
forma transparente constituyen fuente de
sobreprecios, baja calidad de los suministros, y excesivas comisiones en beneficio de los
adjudicatarios y los intermediarios en las compras.
Muchas de la obras incluidas en los convenios específicos como las
nuevas centrales nucleares y las hidroeléctricas
del Río Santa Cruz son fruto de la improvisación en vez de surgir de un plan para el sector energético debidamente
consensuado. Además, los tiempos de ejecución de estas obras
exceden largamente el plazo del actual gobierno y no cuentan con los Estudios
de Factibilidad que aseguren su viabilidad técnica, económica, financiera y
ambiental, ni el repago de los préstamos que se negocian.
El grupo de Ex Secretarios de Energía afirma que este acuerdo que impulsa el gobierno de Cristina Fernández, a 10 meses
de terminar su mandato, en forma inconsulta y no transparente, comprometerá al
país por décadas en su economía, finanzas, tecnología y también en
la estrategia de su política externa. Se impone por lo tanto que antes de la
aprobación definitiva del Convenio con la República de China se someta el tema a un debate integral
transparente que provea los acuerdos políticos necesarios – que hoy se limitan
al oficialismo gobernante- para asegurar
que lo firmado se cumpla sin detrimento de los altos intereses nacionales en
juego.
Emilio Apud, Julio César Aráoz, Enrique Devoto, Roberto Echarte, Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat, Raúl Olocco
5 de febrero de 2015
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